La Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia (COALICO)[1], es un espacio de confluencia y articulación de organizaciones de la sociedad civil que, por medio de (a) la investigación y monitoreo; (b) la incidencia política; (c) el acceso a la Justicia con enfoque de derechos de la niñez y la adolescencia víctima del conflicto armado; y (d) el fortalecimiento de capacidades y redes para la protección y promoción de los derechos de las niñas, niños y adolescentes (en adelante NNA), busca transformar positivamente las situaciones generadas por el conflicto armado colombiano, particularmente aquellas relacionadas con el uso y reclutamiento de la niñez por parte de los grupos armados.
La COALICO, a través de su Observatorio de Niñez y Conflicto Armado (ONCA), monitorea las graves violaciones contra NNA, que se presentan con ocasión y en relación con el conflicto armado, identificando el impacto de la confrontación y las situaciones que afectan y vulneran los derechos de las niñas y los niños en seguimiento particular a las categorías[2] de (i) las violaciones e infracciones contra el derecho a la vida e integridad personal, (ii) violaciones e infracciones contra la libertad personal, (iii) uso y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, (iv) ataques y ocupación de escuelas y hospitales y otros bienes civiles, (v) violaciones e infracciones al derecho a la libertad sexual, (vi) bloqueo de suministros y servicios básicos y, (vii)el desplazamiento forzado y refugio.
De acuerdo con el monitoreo del ONCA entre enero y diciembre de 2020, se identificaron 298 eventos de conflicto armado, de los cuales, 197 implicaron afectaciones directas contra NNA y un registro de lo menos 12.481 niñas, niños y adolescentes víctimas, siendo el primer semestre donde se registró un aumento considerable de NNA víctimas principalmente por razones de control territorial que ejercen los actores armados, seguido de la situación de cierre de las escuelas, la violencia intrafamiliar y violencia sexual asociados al aislamiento preventivo.
La situación en las zonas de frontera con Venezuela sigue siendo preocupante por la presencia y control que ejercen diferentes actores armados ilegales en los pasos fronterizos irregulares, particularmente el ELN y las disidencias de las FARC-EP. Hacia el sur del país, diferentes organizaciones sociales y comunidades indígenas vienen alertando frente a las acciones que adelantan las disidencias de las FARC-EP, grupos pos-desmovilización y algunos carteles asociados al narcotráfico, lo cual afecta de manera directa a las comunidades.
Hechos asociados a violencia sexual ejercida por parte del Ejército Nacional, fueron también parte del panorama del año 2020. El evento que desató la necesidad de revisar el relacionamiento de este grupo con la población civil y particularmente con la niñez ocurrió en el mes de junio cuando un una niña de 12 años de la comunidad Embera Katio fue abusada por siete uniformados. Un lamentable hecho que eleva las alertas frente a la protección de la niñez indígena en el país.
Por su parte, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH, Michelle Bachelet, condenó el aumento de la violencia ejercida por parte de grupos armados no estatales, grupos criminales y otros elementos armados en Colombia en contra de campesinos, indígenas y afrocolombianos, e instó a las autoridades colombianas a tomar acciones concretas para proteger a la población de manera eficaz. Al cierre del año esta oficina registró 76 masacres con al menos 292 personas asesinadas, entre ellos 6 niñas y 18 niños.
La persistencia de los efectos del conflicto continúa durante este año y entre tanto, durante el primer trimestre del 2021 varios Niñas Niños y Adolescentes resultaron víctimas de un operativo militar de bombardeo en el municipio de Calamar, Guaviare. Un acto repudiado por la COALICO no solo por el violento desenlace, sino además, por la respuesta manifestada por el Ministro de Defensa en sus declaraciones donde tildó a las NNA como: “Máquinas de guerra” desconociendo en principio su condición de víctimas por reclutamiento.
En medio de un panorama de vulnerabilidad y riesgos para las y los NNA en Colombia y una lamentable perspectiva de futuro para ellas y ellos, su capacidad de resiliencia sorprende. Las niñas y los niños creen en la posibilidad de un país diferente.
El pasado 12 de febrero Día de las Manos Rojas, al conmemorar 19 años de la entrada en vigor del Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño [y la Niña] relativo a la participación de niños en los conflictos armados (OPAC por sus siglas en inglés) las niñas y niños manifestaron:
“Los niños y las niñas tienen que tener más parques y más escuelas y menos guerra” Niño de 9 años, Tolima.
“La educación es el primer derecho que se debe respetar, para los niños y las niñas ya que, si se crece en un entorno seguro, se evita irse con los grupos armados” [3] Niña de 16 años, Cundinamarca.
Desde el trabajo de la COALICO, en la estrategia de fortalecimiento de capacidades, hemos avanzado en ejercicios con ellos y ellas de observación y monitoreo de sus derechos[4] y la afectación del conflicto armado, desde apuestas artística comprendiendo otros lenguajes para observar y sistematizar:
Canción No más “Vamos a ver si con esta canción te concientizas de lo que quiero y quiero un mundo libre, quiero un mundo que se viva, un mundo donde viva un país donde se quiera, un país donde se exprese lo que sienten los niños y las niñas” Iván Malo, Bogotá[5].
Canción Lo mismo de los mismo “Violencia con violencia ¿a cuenta de que?”, igualmente la paz no la vamos a tener, porque bala es bala y la sangre va a correr y eso en solución no me es menester […] Luis, Buenaventura[6].
Estas iniciativas nos alientan y sobre todo nos deben recordar la importancia de su voz en todo momento, porque la protección de las niñas, niños y adolescentes en Colombia sea una realidad y no un motivo más de discursos deshumanizantes y confrontativos que olvidan los principios de la corresponsabilidad y el interés superior de las niñas y los niños.
UNO, DOS TRES PAREN LA GUERRA YA.
JULIA CASTELLANOS MEDINA
Socióloga
Observatorio de Niñez y Conflicto Armado – ONCA
Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia – COALICO
Junio de 2021
Bogotá – Colombia
[1] Actualmente conformada por: la Asociación Centro de Desarrollo y Consultoría Psicosocial Taller de Vida; Asociación Cristiana Menonita para Justicia, Paz y Acción Noviolenta (Justapaz); Benposta Nación de Muchach@s; Corporación Vínculos; Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI Colombia); Fundación Creciendo Unidos (FCU); y el Servicio Jesuita a Refugiados Colombia (JRS Colombia).
[2] Las categorías que determina el Observatorio están orientadas por los mandatos y las recomendaciones que se establecen dentro de la Resolución 1612, por la cual se crea un mecanismo de monitoreo y presentación de informes que permita conocer la situación de los y las NNA en el marco de los conflictos armados, con el ánimo de que esta información permita incidir en la garantía de sus derechos y en la toma de decisiones políticas integrales por parte de los Estados involucrados.
[3] Puedes escucharlos completo en: https://www.0youtube.com/watch?v=MRP23FQcFcs
[4] Puedes visitar: http://coalico.org/nna-observan/boletin-ecos-y-reflejos/
[5] Puedes escucharla completa en: https://www.youtube.com/watch?v=wJnu8yQaTl4
[6] La puedes escuchar completa en: https://www.youtube.com/watch?v=ehY66FcMhVg